Romina Dezillio (comp.). Lita Spena: Sonata para piano. Buenos Aires: EDAMus, Editorial Departamento de Artes Musicales, Universidad Nacional del Arte, 2020, 73 páginas. ISBN 978-987-47517-2-0.
El presente trabajo es el resultado de la colaboración de varios investigadores y se inició en el proyecto “Maestros y discípulas. Algunas sonatas para piano producidas en Argentina entre 1931 y 1937” (2013-2014), dirigido por la doctora Silvina Luz Mansilla, en el ámbito del Departamento de Artes Musicales y Sonoras de la Universidad Nacional de las Artes. El foco está puesto en proporcionar a los pianistas y a los estudiosos en general, una partitura de uso en un libro de divulgación. Resulta ser de ágil y agradable lectura, invitando a profundizar en un tema tan complejo, interesante y en general poco abordado como es el de la visibilización de repertorio compuesto por mujeres en la primera mitad del siglo XX en Argentina.
Romina Dezillio inició este camino hace tiempo, cuando avanzaba en este terreno y proponía “historizar la experiencia de las compositoras mujeres en la Argentina del período 1930 – 1955”,[1] contextualizando los aportes de las teorías feministas en nuestro ámbito, abogando por un uso regionalizado y pertinente de las mismas. Señalaba allí que se trata de apoyarse en una teoría feminista en evolución, no para mostrar opresión o victimización, sino una reactualización crítica en el discurso abandonando la queja y dando cuenta de la emancipación; reconociendo conquistas en el campo musical. Las compositoras, las intérpretes y las promotoras supieron adaptarse al signo de los tiempos y adoptar las costumbres que permitieron el desarrollo de la mujer durante la primera mitad del siglo XX. Por tanto “introducir la experiencia de las mujeres en la investigación musicológica, puede contribuir a hacer más comprensible su desenvolvimiento, a juzgar sus logros en el contexto de sus propias conquistas y a profundizar la valoración de su obra musical”.[2]
Este libro se divide en 6 secciones que delimitan áreas específicas: Silvina Mansilla se ocupa de introducir y situar la producción dentro de los logros del proyecto, mencionado anteriormente, llevado a cabo en la Universidad Nacional de las Artes (DAMus–UNA). Romina Dezillio como compiladora relata el proceso de su investigación y el hallazgo de la Sonata para piano de Lita Spena. A continuación, Fátima Graciela Musri profundiza en el papel de la inmigración italiana dentro de la formación de la compositora. Dezillio nuevamente se ocupa del análisis técnico y musical de la obra en primer término, y en segundo, incluye una entrevista a un querido alumno de Lita Spena: Alberto Devoto. Por último se presenta la partitura completa de la Sonata, transcripta y digitalizada por Ricardo Jeckel.
En la presentación a cargo de Silvina Mansilla, se destaca el valor de “activación patrimonial” que esta obra reviste. Se trata del segundo libro digital de la Universidad Nacional de las Artes dedicado a una mujer compositora, donde lo esencial consiste en la puesta en valor de repertorios musicales hasta ahora no muy tenidos en cuenta en nuestro país. El antecedente fue la publicación en el año 2017 de Celia Torrá: Sonata para piano en la. El presente libro, en palabras de Mansilla, cumple tres de los objetivos del proyecto en cuestión: el primero fue el relevamiento y detección de obras musicales inéditas en repositorios públicos y privados; en segundo lugar, la transcripción y edición crítica de obras inéditas; y, por último, su transferencia a la comunidad académica y artística.
La edición revisada de la obra Sonata para piano de Lita Spena (1904-1989) está acompañada por su contextualización histórica y musicológica y por el análisis estilístico y musical además de la entrevista transcripta que otorga un acercamiento a la personalidad de la compositora en palabras de uno de sus discípulos más entrañables. Dentro del capítulo “Sonata en tres tiempos: relato de una investigación”, Dezillio relata cómo sucedió el hallazgo de la obra. No daré mayores detalles a fin de invitarlos a leer este libro de atractivo relato y contenido. Se enfoca en los aspectos biográficos, en el rol de Spena como docente, adelanta los rasgos presentes en la formación de la compositora como producto de su ascendencia italiana y este tema es desarrollado por Musri en el capítulo siguiente. En “Lita Spena en el cruce de problemáticas: música, inmigración e identidad”, la investigadora arriesga, mediante el trazo genealógico de la formación de Spena, que las influencias italianas tanto de su linaje (padres músicos llegados a Argentina en 1901), como de su formación pianística (con el maestro Vicente Scaramuzza) y la predilección que ella sentía por los estilos modernizantes de los músicos italianos de esa época (como por ejemplo Mario Castelnuovo Tedesco), podrían haber influido en su propio lenguaje artístico, pero observa también que la compositora: “habría ido olvidando esas huellas de “italianidad” en la consecución de un lenguaje musical que se afianzaría cada vez más con una voz propia” (p. 20).
A continuación, Dezillio aborda en profundidad el análisis estilístico y musical de la obra comenzando con un recorrido biográfico y compositivo general. Del estudio de la Sonata para piano se desprende la preferencia de Lita Spena por el impresionismo francés (sobre todo de Ravel) y por el neoclasicismo del Buenos Aires de los años 30. Esta obra ganó el primer premio del concurso organizado y promovido por Athos Palma, en el marco del “Primer Salón Nacional de Música” en el año 1937, cuya concreción sería la edición de la misma, lo cual nunca se llevó a cabo. Se sostiene aquí una vez más que convertir a las mujeres compositoras en sujetos de estudio parece seguir siendo una necesidad innegable gracias a sus logros, premios obtenidos y conquistas conseguidas, los cuales se configuran como legitimadores contundentes de su labor. Sus acciones y luchas por lograr una posición en la sociedad fueron patentes, colocándolas en un lugar de participación y transformación del espacio social, cultural y político.[3] Indudablemente esta obra es una contribución fundamental en este camino de descubrimientos, aún inexplorado. Puede disfrutarse a continuación la entrevista realizada en el año 2014 a su discípulo Alberto Devoto que, con un ameno relato, pinta “de cuerpo entero” a su querida maestra de la cual destaca su recuerdo como un ser adorable, con una musicalidad y modestia admirables.
Por último, encontramos la perla escondida: la Sonata transcripta y editada por Ricardo Jeckel quien detalla el arduo trabajo que significó poder armar una edición crítica de la obra y buscar una presentación visual lo más clara posible. Esto es plenamente logrado y así lo demuestra la partitura presentada. Cabe destacar el inmenso aporte que esta obra de Romina Dezillio como compiladora e investigadora significa en estos tiempos ya que, como señala Mansilla en la presentación, pone de manifiesto que la universidad pública sigue produciendo conocimiento aún en tiempos de confinamiento como el que nos ha tocado vivir.
A mi juicio, falta aún camino por recorrer en lo referente a la puesta en valor y divulgación de las obras de repertorio escritas por compositoras argentinas. Este activo grupo de investigadores, y Dezillio particularmente, lo están haciendo maravillosa e incansablemente desde hace ya tiempo, tal como lo acreditan sus trayectorias académicas y musicales. En sus estudios anteriores, señala que estos avances harían posible constituir una nueva historia socio-cultural de la música donde se pondría en evidencia que estas mujeres encarnaron un perfil de artista alejado de aquella “soledad y encierro en su aislamiento” tan frecuente en los compositores, poniendo el foco en la manifestación de valores colectivos y preocupaciones comunitarias en sus obras. La intención social, pedagógica, educativa, reivindicatoria y política estuvo presente de manera constante en la producción de nuestras mujeres compositoras. Desde mi posición de intérprete e investigadora, tomo prestadas las palabras de Ana Lucía Frega cuando señala: “En todos los grupos estuvo y estará la mujer música: como compañera, como intérprete o como compositora. Son recuerdo pero podrían ser sonido si alguien se acercara a sus partituras y nos ayudara con la magia de la recreación que es la interpretación, a materializarlas”.[4] Por mi parte, permanezco en la esperanza de que se propicie la continuidad de esta labor referencial para muchos de nosotros, a quienes también la jerarquización de la temática nos resulta prioritaria.
Flavia Edith Carrascosa
[1]. Romina Dezillio, “Historizar la experiencia. Hacia una historia de la creación musical de las mujeres en Buenos Aires (1930-1955): fundamentos, metodología y avances de una investigación”, Boletín de la Asociación Argentina de Musicología, Vol. 68 (2012): 18-27.
[2]. Ibid., 23.
[3]. Ibid.
[4]. Ana Lucía Frega, Mujeres de la Música Argentina (Buenos Aires: SB Editorial, 2011), 47-48.