Hernán Gabriel Vázquez: Conversaciones en torno al CLAEM. Entrevistas a compositores becarios del Centro Latinoamericano de Altos Estudios Musicales del Instituto T. Di Tella (Ciudad Autónoma de Buenos Aires: Instituto Nacional de Musicología “Carlos Vega”, 2014). ISBN: 978-950-9726-13-0, 288 pp. y DVD.
Esta publicación se originó en la intención de un grupo de investigadores del Instituto Nacional de Musicología “Carlos Vega” (INMCV) de consumar y preservar entrevistas a compositores. Doce de las diecinueve que se presentan en este volumen fueron realizadas, por dichos miembros del Instituto, entre el 17 y 24 de junio de 2011 en el marco del Festival Internacional La Música en el Di Tella: resonancias de la modernidad[1], en ocasión del cincuentenario de la creación del Centro Latinoamericano de Altos Estudios Musicales (CLAEM). De todos los exbecarios que fueron invitados a participar del evento se priorizó el intercambio con los extranjeros y con los argentinos residentes en el exterior, en virtud de la oportunidad que representó su visita a Buenos Aires. Este primer grupo está compuesto por: Coriún Aharonián (Uruguay), Jorge Antunes (Brasil), Rafael Aponte-Ledeé (Puerto Rico), Blas Emilio Atehortúa (Colombia), Gabriel Brnčić (Chile), Alcides Lanza (Argentina), Miguel Letelier Valdés (Chile), Mesías Maiguashca (Ecuador), Joaquín Orellana (Guatemala), Graciela Paraskevaídis (Argentina-Uruguay), Jorge Sarmientos (Guatemala) y Alberto Villalpando (Bolivia). Otras siete entrevistas, que junto con las anteriores componen la columna vertebral del volumen, fueron realizadas por Hernán Gabriel Vázquez entre marzo de 2012 y febrero de 2013 a partir de un proyecto de investigación radicado en el INMCV cuyo objetivo es “confeccionar un Archivo Oral de compositores latinoamericanos” (p. 10). En este caso los entrevistados ‒todos argentinos con una única excepción‒ fueron: Luis Arias, Mariano Etkin, Armando Krieger, Eduardo Kusnir, Ariel Martínez (Uruguay), Miguel Ángel Rondano y Luis María Serra[2].
Hernán Vázquez no solo se encargó de la transcripción de todas las conversaciones sino también de la edición del libro. Este proceso, descripto en la Introducción, involucró, en una primera etapa, la tarea de adaptar los textos para, principalmente, despojarlos de algunos rastros de oralidad. Luego, se inició un intercambio con los compositores para que éstos autorizaran la publicación de las transcripciones, lo que ocasionalmente derivó en modificaciones sustanciales. Por lo tanto, puede inferirse que en la mayoría de los casos los escritos que llegan al lector representan adecuadamente las opiniones e intenciones de los actores, no obstante, “los registros audiovisuales originales están resguardados en el Archivo del INMCV para aquel investigador que los desee consultar” (p. 11).
A su vez, el autor incorporó un breve apartado ‒que incluye varias secciones y subsecciones‒ en el cual propone una aproximación panorámica, aportando gran cantidad de datos concretos, al Instituto Torcuato Di Tella, sus tres Centros de Arte y, en particular, al CLAEM. Resulta interesante destacar que para esta tarea, orientada hacia la historiografía, se hace hincapié en presentar y relacionar aspectos ideológico-políticos, económicos y culturales entre sí y con cuestiones más próximas al quehacer musicológico. Como ejemplo de estas últimas se abordan: la génesis del Centro, su funcionamiento en relación con el otorgamiento de becas y sus beneficiarios, y algunas particularidades de las producciones de los becarios. En cuanto a estas, Vázquez profundiza en características tanto estéticas como técnicas y, especialmente, en la importancia que tuvo el Laboratorio de Música Electrónica. Posteriormente, aplica herramientas asociadas a la teoría de la recepción para dar cuenta de cómo las visiones negativas sobre las actividades que se desarrollaban en la “sede de calle Florida 938” influyeron en el cierre de los Centros de Arte. Para finalizar, el autor expone una reflexión en la cual elabora algunos juicios, considerando las trayectorias de los protagonistas y sus contextos, sobre la importancia, el impacto y la vigencia del CLAEM[3].
Como puede verse en el título de esta reseña, la publicación está acompañada por un disco en formato DVD. Este contiene, además de los Créditos de producción, breves fragmentos audiovisuales de cada una de las entrevistas y una obra musical de cada uno de los compositores, con las excepciones de las de Ariel Martínez y Graciela Paraskevaídis. De las diecisiete que se presentan, tres son electroacústicas, una es mixta y las otras trece de cámara. Las tres primeras piezas fueron reproducidas, mientras que las restantes se ejecutaron ‒y grabaron en vivo‒ durante el Festival previamente citado. Si bien varias de ellas no pertenecen a los bienios en los cuales cada entrevistado se desempeñó como becario, es oportuno mencionar que estos géneros fueron los más habitualmente abordados. Cada obra presenta un comentario redactado por el autor que, en algunos casos, contiene detalles sobre los intérpretes y la grabación. Éstos están, a su vez, reunidos en un apartado ubicado hacia el final del libro. En relación con lo antedicho, una mejor calidad de audio y video, así como de la interfaz que permite operarlos, hubiera resultado muy beneficiosa. En síntesis, este repertorio se muestra como una aproximación general a las músicas que se gestaron en “el Di Tella”.
Para ahondar críticamente en las conversaciones que dan nombre a este libro, resultó conveniente disociar las preguntas formuladas de las respuestas brindadas. Este plan de lectura permitió, por un lado, encontrar ciertas recurrencias en las propuestas de los investigadores, más allá de las esperables divergencias que surgieron en cada caso particular y, por el otro, brindó una herramienta valiosa para deconstruir y contextualizar los discursos de los actores. No obstante, por momentos los diálogos toman un rumbo que no puede ser unívocamente adjudicado a las intenciones pretéritas de los intervinientes. Con respecto a lo primero, algunas de las constantes más significativas, sin perder de vista que el tópico central es el CLAEM, se orientaron hacia la formación inicial y producción de los protagonistas, cuáles fueron los docentes que más los influyeron durante su paso por la Institución, rasgos específicos de sus poéticas y búsquedas estético-técnicas, y sus lecturas sobre la creación musical actual en Latinoamérica y/o sus países de origen. En relación con los enunciados de los exbecarios se observa una frondosidad extremadamente variada, lo cual torna muy complejo un análisis exhaustivo a la vez que hace de este libro una fuente valiosísima para su estudio desde la disciplina que nos ocupa.
Debido al alcance de este artículo, nos limitamos a resaltar ciertas asiduidades y a proponer algunas breves reflexiones. En primer lugar, una de las cuestiones más significativas, en parte por la potencial amplitud de lecturas que propicia, es la carga ideológico-política que impregna, con distinto grado de profundidad, diferentes secciones de la amplia mayoría de los discursos. En esta línea señalamos, a modo de ejemplo, la relevancia otorgada por los protagonistas a los orígenes del financiamiento de las becas en particular y de “el Di Tella” en general, las referencias a dictaduras cívico-militares que se produjeron en América Latina durante la segunda mitad del siglo xx, y la utilización de la figura de Ernesto “Che” Guevara como material poético. Por otro lado y como es esperable ‒debido a la herramienta metodológica que utilizaron los investigadores‒ los testimonios de los compositores son ricos en anécdotas que, principalmente, se enfocan en relaciones interpersonales. Al respecto, cumple un rol fundamental la edad de los exbecarios y la distancia temporal que los separa de su paso por el Centro. Estos relatos, más allá de la sensación de ingenuidad que pueden generar, son muy interesantes debido a que aportan material sensible sobre diversas temáticas y, a su vez, permiten aproximarse al establecimiento de algunas de las relaciones de poder que moldearon el funcionamiento de la Institución.
Otro rasgo particular, que se relaciona con una de las preguntas que se destacó más arriba, es la aparición reiterada, en casi todas las charlas, de la figura de Gerardo Gandini. Esta multifacética personalidad es tratada como docente creativo y motivador en algunos casos, como amigo o compañero en otros e inclusive como espina dorsal del CLAEM. Asimismo, es importante subrayar que, en función del bienio en el que cada entrevistado fue becado, se repiten referencias a varios músicos de renombre internacional que dictaron clases/cursos/seminarios durante sus visitas a Buenos Aires gracias a las gestiones del director del Centro, Alberto Ginastera[4]. Los más mencionados son, entre otros, Luigi Nono, Luigi Dallapiccola, Iannis Xenakis, y Olivier Messiaen. Por último, resultan relevantes los comentarios, casi exclusivos de los protagonistas argentinos, acerca de los diversos grupos que se crearon desde finales de la década del cincuenta. En un extremo podemos situar la Agrupación Euphonía ‒luego denominada Música Viva‒ fundada por Gandini, Lanza, Krieger y Etkin en 1957. En el otro, está el Grupo de Experimentación Musical (GEM) de 1969 que consistió en un proyecto institucional del Centro a cargo de Gandini y estuvo integrado, principalmente, por los becarios de la última cohorte. Estos colectivos sirvieron, esencialmente, como espacios privilegiados para la difusión de las creaciones de sus integrantes y, en menor medida, para la práctica de la improvisación. Además, debido a que los compositores se desempeñaban como intérpretes ‒en el caso del GEM esto tuvo fuerte vinculación con factores económicos‒, posibilitaron la exploración de lo que posteriormente se conoció como técnicas extendidas y, en algunos casos, condicionaron significativamente la producción de sus participantes. Estas últimas líneas permiten aseverar que el desarrollo y funcionamiento de estas agrupaciones influyó, de alguna manera, en parte de la creación surgida del CLAEM.
Para concluir este trabajo, resulta pertinente dejar planteadas dos problemáticas que se desprenden de una lectura crítica. La primera se deriva del hecho de que la única mujer interpelada expone en primer plano, y es la única vez que esto ocurre, el desequilibrio que existió en el Centro en relación con el género de los becarios. La segunda es la supuesta diferencia, aunque frecuentemente señalada y refrendada, en la calidad de la formación que poseían los protagonistas al momento de su ingreso a la Institución. Mientras que algunos, en su mayor parte argentinos, sostienen que manejaban las técnicas compositivas que ellos mismos denominan como vanguardistas, otros señalan que no conocían casi nada de las producciones que se gestaron en Europa y Estados Unidos durante las primeras décadas del siglo xx. En definitiva, y como valoración holística, recalcamos la utilidad y el interés de esta publicación. Una de sus mayores virtudes consiste en que presenta una gran diversidad de elementos. Además de los analizados previamente, destacamos la incorporación de sucintas biografías de los entrevistados, también a cargo del autor, y de una sección bibliográfica. Las primeras brindan información necesaria para ubicar y contextualizar el paso de los protagonistas por “el Di Tella” y, la segunda, permite al lector conocer materiales relacionados producidos desde diversas disciplinas. En este sentido, es de lamentar que el libro no posea un índice onomástico, el cual hubiera resultado muy provechoso. Otra característica destacable es que todas las entrevistas incluyen notas al pie en las que Vázquez proporciona información ampliatoria o aclaratoria y, en algunos casos, hasta rectifica algunos datos. En definitiva, este libro se constituye como una referencia obligada para abordar el estudio de diversos campos relacionados con algunas de las músicas argentinas, y en menor medida latinoamericanas, de la segunda mitad del siglo pasado.
Pablo Ernesto Jaureguiberry
[1] Esta actividad, subvencionada por el Estado Nacional, que consistió en varias conferencias y conciertos, estuvo acompañada de una publicación del mismo nombre: José Luis Castiñeira de Dios (dir.): Festival Internacional La Música en el Di Tella: resonancias de la modernidad (Buenos Aires: Secretaría de Cultura de la Presidencia de la Nación, 2011).
[2] Lamentablemente, desde la fecha en que tuvieron lugar los primeros encuentros con los exbecarios, fallecieron Jorge Sarmientos (19/2/1931 - 26/9/2012); Mariano Etkin (5/11/1943 - 25/5/2016); Miguel Letelier Valdés (29/9/1939 - 3/12/2016) y, durante la redacción de esta reseña, Graciela Paraskevaídis (1/4/1940 - 21/2/2017). Escapa ampliamente a las posibilidades de este trabajo brindar el homenaje correspondiente a tamañas personalidades.
[3] Vale aclarar que Hernán Gabriel Vázquez ha desarrollado gran parte de su labor de investigación sobre músicas de la segunda mitad del siglo xx relacionadas con el CLAEM, a las cuales ha dedicado su tesis de Maestría y su proyecto de tesis doctoral.
[4] Llama la atención que la mayoría de ellos fueron de origen italiano.