Venezuela está de luto… y Latinoamérica también…

In Memoriam Juan Francisco Sans (17/02/1960 – 27/08/2022)

 

 

Juan Francisco Sans fue, sin lugar a dudas, la inteligencia más brillante de la musicología venezolana, además de excelente pianista, compositor y sobre todo generoso docente.

Hugo Quintana[1]

 

Cuánto me ha costado ponerme a escribir… Nos dejó sin aviso y estando tan lejos de nuestra amada Venezuela. Juan Francisco Sans, el polifacético y bondadoso maestro de muchos de nosotros que estamos en este camino de la música.

Conocí a Juan Francisco en 1978 cuando dictaba unos cursos de Metodología de la música en el Conservatorio de la Orquesta Nacional Juvenil. Eran cerca de diez muchachos de entre 18 y 22 años, estudiantes de música a los que se sumaron tres o cuatro jóvenes que no pertenecían a la Orquesta Juvenil. Jóvenes inteligentes y acuciosos que querían aprender a enseñar música, mientras realizaban sus estudios avanzados de música. Entre ellos se encontraba Juan Francisco.

 

 

 

 

 

 

 

 

Ya en esos momentos, siendo estudiante, inició una relación músico-amistosa con Mariantonia Palacios, estudiante de música también, y comenzaron a tocar juntos obras para piano a cuatro manos, conjunto musical que se hizo muy conocido en Caracas como el Dúo Sans-Palacios. Como era de esperar, se casaron en 1991 y continuaron tocando juntos hasta nuestros días. De esa unión nacieron Juan Pablo, Francisco Javier y Alejandro, los tres hijos de la pareja.

El curso de Metodología duró solamente un semestre, ya que cambió la programación y los cursos ya no se daban en el Conservatorio, sino en distintas locaciones en Caracas y a veces en el interior del país. Por este motivo tomamos vías diferentes. Sin embargo, cada vez que nos encontrábamos fluía la eterna sonrisa bonachona, el preguntarnos cómo nos sentíamos, qué era de nuestras vidas.

Juan Francisco siguió estudiando piano y se recibió en 1982 como Profesor Ejecutante de Piano siendo alumno de la Prof. Gerty Reskova de Haas y al mismo tiempo cursó la Licenciatura en Artes, Mención Música, en la Escuela de Artes de la Universidad Central de Venezuela (en adelante UCV), obteniendo su título en 1984. Ese mismo año consigue la Licencia de Locutor en el Ministerio de Transporte y Comunicaciones.

Sus ansias de conocer todo sobre música le llevaron a ingresar en el Conservatorio Nacional de Música Juan José Landaeta en Caracas, donde obtuvo el diploma de Maestro Compositor en 1987. Sus profesores fueron Primo Casale, Ángel Sauce, Antonio Mastrogiovanni y Eduardo Kusnir.

 

 

 

 

 

 

 

Siguió estudiando en la Universidad Central de Venezuela donde obtuvo el título de Magister Scientiarum en Musicología Latinoamericana en 1998. Entre sus profesores podemos mencionar a Ismael Fernández de la Cuesta, Victoria Eli Rodríguez, Aurelio Tello y Francisco Kröpfl. Cinco años más tarde, en 2013, obtuvo el título de Doctor en Humanidades en la UCV.

Sus intereses se ampliaron y comenzó a intervenir en otros campos, aparte de la enseñanza, que continuó ejerciendo hasta sus últimos días. Entre otros, podemos mencionar la investigación, la edición, la composición, la dirección sinfónica y coral y la gestión académica y cultural en distintas entidades venezolanas y fuera del país.

Se ha desempeñado como profesor de análisis musical, piano, composición y musicología en las más importantes instituciones musicales de Venezuela, Profesor en el Conservatorio Nacional de Música Juan José Landaeta, Profesor titular de la UCV, Profesor de postgrado en la Maestría en Musicología Latinoamericana y como coordinador de Postgrados en la UCV. En 1990 fue designado Director de la Orquesta del Conservatorio Nacional de Música Juan José Landaeta, cargo que ocupó hasta 1995. En 1984 entró en la OMAC (Ópera Metropolitana de Caracas) y al año siguiente como Pianista y Subdirector del Coro de Ópera del Teatro Teresa Carreño, en Caracas.

En ese momento me hice la pregunta ¿cómo es posible que Juan Francisco realice tantas actividades y siempre con palabras certeras y buen humor? Conocía de su actividad en la Universidad y sus logros personales como estudiante y docente, pero también, había muchas actividades que no conocía de él, por ejemplo su faceta de locutor. Y es así que me enteré que en las décadas 1980-2000 fue Productor y Locutor de los programas “Compositores de América” y “Tema con Variaciones” en Radio Nacional de Venezuela y Radio Capital y también del programa “Arte, Música e Ideas” en la FM Cultural 97.7.

En los años 2003 y 2004 fue invitado con su esposa a Costa Rica, donde fue Profesor de Coro y Pensamiento Crítico, Director de Coro en la Universidad Latinoamericana de Ciencia y Tecnología (ULACIT), Profesor de piano en la Universidad Nacional, en la Escuela Municipal de Artes Integradas y en la Academia Musical Bansbach (Yamaha de Costa Rica), así como y Director General del Centro Nacional de la Música del Ministerio de Cultura y Deportes de Costa Rica.

En el año 2001 se consolidó la creación de la Sociedad Venezolana de Musicología, de la cual fue miembro fundador. Comenzamos a compartir las reuniones de la misma, o a tener encuentros casuales por la búsqueda de información o de temas con otros colegas.

Ya a partir de este momento es muy difícil seguir su vida cronológicamente porque su actividad se abre como un abanico. Siempre acuciado por la necesidad de componer, de dirigir, de tocar, de conocer sobre la música de Latinoamérica y especialmente de su país.

Obtuvo diversos premios por sus composiciones musicales en Venezuela, muchas de ellas editadas y grabadas por prestigiosas agrupaciones y solistas en Venezuela y el exterior. Entre ellas:

 

         Laberintos, para oboe y piano. Cayambis Music Press, Blacksburg, 2019.

          Canto aborigen, para flauta y arpa. Cayambis Music Press, Blacksburg, 2018.

         Celestes escuadras, para octeto de vientos. Cayambis Music Press, Blacksburg, 2018.

Como intérprete se desempeñó como director de orquesta y de coros, como pianista, organista y ejecutante de flauta dulce. Ha actuado en diversos países de América y Europa con gran aceptación de la crítica, y ha grabado numerosos CDs en calidad de pianista y compositor.

En cuanto a su labor pedagógica Juan Francisco fue profesor en varias escuelas de música, en la Licenciatura y en la Maestría de la Universidad Central de Venezuela.

En un encuentro en la Universidad me animó a comenzar clases en la Maestría. Rápidamente me pasó digitalmente todo el organigrama de la Carrera y no me permitió que lo pensara siquiera, me insistió para que comenzara. Siempre animaba a todos a seguir estudiando.

Su labor en la Universidad fue muy importante no sólo por su sapiencia, bonhomía, afabilidad, sencillez, carácter y humildad, sino porque transmitió su entusiasmo a los alumnos de la Licenciatura y de la Maestría en la tarea de realizar ediciones críticas —su gran pasión dentro de la Musicología—. Muchos de sus alumnos realizaron ediciones de compositores venezolanos de música académica y popular. A esos numerosos trabajos se les unieron las investigaciones de profesores que optaron por hacer edición crítica para sus trabajos de ascenso.

Como se habían estudiado muchos compositores venezolanos, Juan Francisco y Mariantonia me sugirieron que eligiera un compositor argentino, Arturo Berutti, ya que la Maestría se orienta hacia lo Latinoamericano. Esta fue una experiencia sumamente enriquecedora. Estar a su lado, recibir correcciones, que las hacía como pidiendo permiso y siempre con certeza y afabilidad…, y tanto fue así, que realicé también una edición crítica en la Tesis de Doctorado, de la cual también fue mi tutor.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Podemos contar más de veinticuatro tutorías solamente de edición en la Licenciatura en Artes de la UCV y veintidós tutorías en trabajos de Maestría y Doctorado. Entre ellas encontramos una de la UCA (Universidad Católica Argentina), cinco en la Universidad Internacional de La Rioja y en el Instituto Tecnológico Metropolitano de Medellín, Colombia y las demás fueron tutorías en la UCV. En todo momento esos trabajos fueron ubicados en Fondo Editorial de la UCV (Facultad de Humanidades y Educación), Yamaha Musical de Venezuela y Fundación Vicente Emilio Sojo. Juan Francisco y Mariantonia tuvieron a su cuidado la Colección Clásicos de la Literatura Pianística,  pero sólo se pudieron publicar once volúmenes del total de ediciones.

Se desempeñó al mismo tiempo como árbitro de revistas, entre ellas Akademos UCV, en la Revista de Investigación del Instituto Pedagógico de Caracas, y en la Revista del Consejo de Desarrollo Científico y Humanístico.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Fue elegido Jurado de la I Edición Audición del Concurso Nacional de Coros Ameride Venezuela, y Jurado calificador del Premio Municipal de Música, Caracas, 2009.

Ha publicado numerosos trabajos musicológicos en revistas especializadas, y ediciones críticas de música venezolana, por los cuales ha obtenido reconocimientos en los premios internacionales Samuel Claro Valdés (Chile), Casa de las Américas (Cuba), el Premio Municipal de Música 2013 de la ciudad de Caracas y por su destacada trayectoria como docente, investigador y humanista en la UCV, 2016. Recibió una Subvención Internacional para la Preservación e Investigación de la Música Latina 2017 de la Latin Grammy Cultural Foundation, y Mención Honorífica en The Otto Mayer-Serra Award for Music Research 2016 de la Universidad de California.

Fue tutor del Programa Nacional de Estímulos a la Creación y la Investigación del Ministerio de Cultura de Colombia. Llevó adelante el proyecto Edición crítica de la obra coral del maestro Gustavo Gómez Ardila, de Rafael Suescún, 2010. Fue evaluador del Programa de Especialización en Musicoterapia de la Universidad de Los Andes, del Consejo Consultivo Nacional de Postgrado y del Consejo Nacional de Universidades, 2008.

Escribió tres libros, titulados Los bailes de salón en Venezuela, 2016, La graciosa sandunga, Cuaderno de piezas de bailes del S. XIX recopilado por Pablo Hilario Giménez, 2012. Contribuyó con la sección, “Musicología popular, juicios de valor y nuevos paradigmas del conocimiento”, en Música Popular y Juicios de Valor: una reflexión desde América Latina, de Juan Francisco Sans y Rubén López Cano, 2010. A esto sumamos diecisiete participaciones en capítulos de libros.

A partir de 2008 hasta el presente encontramos veinticuatro contribuciones (conferencias, ensayos) en revistas de Venezuela, Argentina, España, Colombia, México…

Su participación en eventos nacionales e internacionales fue muy extensa e importante. En su curriculum contamos cincuenta y cuatro colaboraciones como escritor de numerosas ponencias y también como moderador y ejecutante al mismo tiempo en muchas oportunidades.

 

 

 

 

 

Son innumerables los recitales en los que actuó como ejecutante de piano, órgano y flauta dulce y muchas veces como conferencista o ponente en la misma ocasión. Debemos destacar especialmente el Dúo Sans-Palacios, grupo que formó con Mariantonia Palacios cuando eran estudiantes del Conservatorio, y que perduró hasta nuestros días en conciertos en Venezuela y fuera del país, léase Colombia, Chile, España, Perú, México.

Recibió invitaciones para dictar charlas, conferencias y cursos magistrales de varias universidades, tales como la de Costa Rica, México, Colombia, Chile, de Santiago (España), del Atlántico (Colombia), de Cuyo (Argentina), entre otras.

Era tal su pasión por la música, por la edición, por la enseñanza, por darlo todo y que pudieran otras personas aprovechar sus escritos que, enfermo ya, escribió en uno de sus últimos posts de Facebook lo siguiente:

He ido colgando en mi página de academia https://www.academia.edu/     search?q=Juan%20Francisco%20sans una serie de orquestaciones realizadas por mí entre los años 90 y los tiempos que corren, reflejando un trabajo de más de 30 años en esta disciplina. Todas las versiones tienen la partitura y las partes, y están bajo licencias Creative Commons, de modo que las pueden bajar, distribuir e interpretar sin mayores restricciones.

Así era Juan Francisco… un hombre de gran humildad, respetuoso, siempre atento, afable, sencillo y con un chispeante sentido del humor. Su generosidad se oponía al gran conocimiento que albergaba, un profundo conocimiento de la música, siempre alejado de la crítica mezquina… pero sobretodo un buen amigo… sencillamente, irremplazable.

                                    María Olimpia Sorrentino

 

 



[1] Hugo Quintana, 28 de agosto de 2022 a las 9:25. Nota de duelo. Para sociedad-venezolana-de-musicologia@googlegroups.com